Las amigas de mi madre,
y mi mamá también,
son como los viejos ríos
y los caminos de la vida;
Tantas son, y como sus canas,
si bien revelan edad,
también ocultan respuestas
de los misterios de sus vidas.
Solo ellas saben el camino
que recorrieron,
lo que sufrieron o gozaron
para llegar al ahora y aquí.
Alejandra la muy trabajadora,
Celia la del Ché . . . Marino,
Graciela Guinto poeta y escritora,
Amparo y tantas más
cuyos nombres ignoro o no
recuerdo, pero cuya presencia
al lado de mi madre
agradezco gratamente.
Todas ellas, como los ríos,
nacieron indistintamente
allá, aquí, acullá,
si antes o después solo ellas saben;
todas cambiando a lo largo del
camino: ora caudalosas, lánguidas,
dando vida o arrasándola,
a las veces prístinas
o zarcas, según los asegunes.
Y como ríos que arriban al mar,
unas primero y otras después,
unas con más y otras con menos
caudal, sea cual hubiere sido
su procedencia y trayectoria,
después de ir solas y separadas,
poco a poco se han ido
conociendo y hermanando
al final del camino
para fundirse en una sola agua,
en una sola vida: el mar.
Por eso,
y por tanto que no digo,
amigas de mi madre,
las bendigo;
y a mi mamá también.
Adrián García Fierro 26/02/2009. Acapulco, Gro.
Espacio para resolver dudas en materia mercantil, fe pública, contratos, y Derecho Positivo Mexicano.
martes, 14 de febrero de 2012
LAS AMIGAS DE MI MADRE (María Nínive Fierro Peñaloza)
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