Soy lo que soy, porque soy como soy, suelo contestar a
quienes me tildan de loco o tontejo al exponer mis ideas, casi siempre
contrarias a lo que las mayorías consideran verdades inmutables, pero como ya
estoy acostumbrado a que desde niño en mi casa me decían "hereje",
porque decía que me gustaba ir a la iglesia porque tenía un atrio enorme donde
jugar, por el "bolo" de los bautizos y porque me parecían bonitas
aunque increíbles las historias bíblicas que contaban las catequistas, por eso
me animo a publicar en este medio algunas de mis ideas, no necesariamente para
que las adopten los lectores, sino para que mediten en ellas y expresen su
opinión, aunque sea contraria, lo que pocas veces logro, pero contrariando la
máxima que reza: "Más vale estar callado, aunque los demás crean que es
por tontejo, que abrir la boca y confirmar sus creencias", pues aquí les
va mi nueva idea, formada a lo largo de mis cincuenta años de estudiar Derecho,
pues basado en la lectura de la Ley Federal del Trabajo, versión Trueba Urbina,
cuando apenas era estudiante de Prepa promoví una huelga.
Así pues, todos los autores que he leído, palabras más o
menos afirman: "Derecho es el conjunto de normas . . . . . etc. . . . . .
" Y yo, para no romper mi tradición herética, pienso que no es verdad, que
es erróneo caracterizar al Derecho como "conjunto de normas", pues
esto equivale a incurrir en una sinécdoque, confundiendo el todo por la parte o
el género por la especie y viceversa, y se atenta además contra la máxima:
"La causa de la causa es causante de lo causado", pues al efecto, las
normas jurídicas no son la causa de la causa, sino lo causado, en tanto que la
causa (a secas) es el emisor de la ley, y la causa de la causa es el conjunto
de condiciones objetivas en que se desenvuelve la sociedad que genera esas
normas.
A reserva de exponer posteriormente mi concepto de Derecho,
de mi propia autoría, para no abrumarlos por ahora, pregunto: ¿usted, lector,
qué opina? (Segunda parte) Luego entonces, considero que la pretendida
definición o concepto de Derecho, no debe ser, en su inicio: "Es el
conjunto de normas jurídicas . . . .", porque éstas, repito, no son causas
sino productos, y tampoco son fines per se, sino instrumentos, y los
instrumentos se crean y utilizan para obtener ciertos fines, amén de que los
vocablos "conjunto de normas jurídicas" se refieren a un producto de
la sociedad, específico y terminado, como consecuencia inmediata de un proceso
o voluntad legislativa, a su vez gestado en una sociedad que vive en
circunstancias específicas, puesto que en la naturaleza (y la sociedad es parte
de la naturaleza) nada surge por generación espontánea, por lo que a mi
parecer, la expresión "Es el conjunto de normas jurídicas . . . " no
es la apropiada, desde el punto de vista lógico-linguístico aplicado al ámbito
jurídico, para expresar el concepto o definición de Derecho, dicho así en
términos genéricos, sino a cualesquiera de sus ramas o divisiones, como por
ejemplo el concepto de Derecho Mercantil, del que sí es válido decir:
"Derecho Mercantil es el conjunto de normas jurídicas que regulan la
actividad comercial y a los comerciantes", por ejemplo, siendo aplicable
la misma fórmula, mutatis mutandi", a las demás ramas o especialidades del
Derecho. Así pues, habiendo expuesto las razones del por qué no es apropiado
definir al Derecho como "Conjunto de normas jurídicas.. . " y
partiendo de las premisas imbíbitas, vale preguntar entonces ¿qué es el
Derecho? Opine, que el face sirve para eso, para intercambiar opiniones sobre
temas relevantes, no solo banalidades.
“Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me
salvo yo”, es una expresión de José Ortega y Gasset que sintetiza la lucha
perenne entre el hombre y su entorno, formado por la fenomenología social y
natural en que se desenvuelve, entidades que se encuentran en conflicto
constante, y que el hombre, valiéndose de su libre albedrío, lo mismo puede adoptar
una actitud fatalista y plegarse a lo que existe o superarlo y realizar lo que estima
su destino.
Así nosotros los Abogados, estamos ante el dilema de
plegarnos ante nuestras circunstancias, que se traduce en limitar nuestro
conocimiento del Derecho a lo que con tanto esfuerzo medio aprendimos y
repetirlo sin comprenderlo, como loros hasta la saciedad e incluso transmitirlas
a nuestros alumnos, que por su ingenuidad creen que el Maestro sabe lo que
dice, o en uso de nuestro libre albedrío reflexionar y cuestionar lo aprendido
mediante el estudio y la praxis durante años, y a la luz de nuevos
conocimientos explorar nuevos caminos, nuevos conceptos, nuevas ideas más
acordes a las nuevas circunstancias y en mejor aptitud de superarlas.
Así que habiendo ya expuesto a mi entender, que el concepto
de Derecho no es “El conjunto de normas . . .” y las razones
lógico-jurídico-linguísticas por las que no considero correcta esa definición,
por más siglos que tenga de antigüedad la definición y por más autores que la
hayan repetido libro tras libro, en múltiples idiomas, considero que el
concepto de Derecho debe establecerse a la luz de la idea del mencionado
filósofo español José Ortega y Gasset como:
“Derecho es la ciencia que estudia las circunstancias en que
se desenvuelve el hombre, generadoras de las normas de comportamiento pertinentes
para la realización de sus objetivos”
Sin perjuicio de que mi concepto es susceptible de
modificaciones, sostengo:
El Derecho es una ciencia porque tiene un campo de estudio propio: el comportamiento humano y su regulación
mediante normas obligatorias, coercitivas, generales, abstractas, heterónomas y
bilaterales.
Asimismo, el Derecho cuenta con un método de investigación, que
es el análisis y crítica dialéctica de las aportaciones de las ciencias
sociales relativas al comportamiento humano según sus motivaciones y fines, así
como la hermenéutica jurídica de las normas ya elaboradas.
Por último, el Derecho es una ciencia porque persigue sus
propios fines, metas u objetivos, que son la convivencia social en armonía
mediante la obtención del bien común.
Con relación a “las circunstancias en que se desenvuelve el hombre”,
me refiero tanto a las objetivas como a las subjetivas, que son materia de
estudio de las ciencias que estudian la vida humana desde sus más diversos
aspectos, como la sociología, filosofía, lingüística, geografía, economía,
psicología, etc.
Al afirmar que “las circunstancias en que se desenvuelve el
hombre”, son “generadoras de las normas de comportamiento pertinentes”, me
refiero a que si, por ejemplo, hoy la seguridad pública está prácticamente en
manos de las fuerzas armadas, lo que antes era inimaginable y por supuesto
inaceptable, ha sido el incremento desmedido de la violencia lo que ha obligado
a legislar para autorizar que sean las fuerzas armadas quienes se encarguen de
la seguridad pública, previa emisión de las normas legales pertinentes, de
manera que son tales circunstancias “el incremento desmedido de la violencia”,
las que generan la necesidad de expedir las normas de comportamiento pertinentes
a fin de lograr que la sociedad viva en paz, independientemente de que la meta
se alcance de inmediato, a corto, mediano o largo plazo.
Por cuanto a la “realización de los objetivos del hombre”,
estos son los ya dichos: obtener la convivencia en armonía y el bien común.
Para terminar, invito a los lectores a pensar, reflexionar,
analizar y criticar lo expuesto y expresar libremente su opinión en este mismo
medio, sin temor al qué dirán, pues sólo así le daremos un verdadero valor y
utilidad social a los medios electrónicos de comunicación. Opine, a favor o en
contra, pero opine. Saludos. Autor: Adrián García Fierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario