De las riquezas del ser,
aunque a algunos asombre,
la mejor, a mi entender,
es un buen nombre.
Buen nombre conquistado
con el trabajo diario,
difícil y honrado
como un calvario.
No un nombre fabricado
o comprado con riqueza
dudosa o malhabida,
o al Estado sustraída
con astucia y vileza
o como algo heredado,
por eso no le asombre,
que de las riquezas del ser,
prefiera por legado
ser de todos estimados
como debe de ser:
un hombre con buen nombre.
(21/feb/1998) Adrián García Fierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario