(Yo te exonero, para que tú me exoneres)
Exonerar proviene del latín
y significa liberar de culpa o cargo.
En los sucesos del 12 de diciembre,
no la procesión guadalupana, no,
sino el desalojo de los normalistas
de Ayotzinapa, murieron
dos estudiantes y un héroe,
¿héroe muerto "providencialmente"
para "justificar" el crimen?.
Además de los muertos y heridos
participaron policías
estatales, ministeriales y federales;
todos iban fuertemente armados:
los normalistas dispararon
piedras, mentadas y consignas,
como siempre que protestan;
los policías dispararon fusiles
justicieros, sin temblor en sus manos,
como siempre que reprimen
la rebeldía contra la injusticia.
Los normalistas obedecían a
su revolucionaria conciencia;
los policías a su inconciencia
y a un General Subsecretario que
dijo obedecer del Gobernador
la orden de "limpiar la carretera",
quizá porque estaba sucia,
sucia de juventud y libertad.
Pero hay crímenes inexistentes
y criminales exonerados
en la tierra del "no pasa nada",
del uca uca, el que lo encuentra
se lo emboruca y donde
"cuches más gordos hemos comido
y aquí seguimos": exonerados;
exonerados por acción expresa,
por omisión o permisión,
nacidas de la cobarde sumisión
al callar la propia opinión.
Así, el Gobernador exonera
al Procurador, al Secretario,
al General y a los federales;
el Procurador exonera ministeriales,
y todos exoneran al Gobernador.
Sólo por excepción y para tapar
el ojo al macho, se culpa
a dos ministeriales, sin más
culpa suya que ser lo más
delgado del hilo del poder,
y por no querer joder
a sus jefes que los mandaron,
como si por ley se mandaran solos,
como si no tuvieran jefe
ni su jefe otros jefes;
por excepción también,
uno o dos perredistas
se deslindan del crimen
y critican al gobierno represor,
pero el PRD "rebelde y libertario",
la "sociedad civil", la clase política,
gente decente y fuerzas vivas,
cual prostituta al mejor postor,
exoneran al Gobernador:
¿poderoso caballero es don dinero?
Ni qué decir del Poder Judicial,
tan servicial y sin poder
alguno para someter a la justicia
a tanto reo de la sevicia;
la Comisión Estatal de Derechos Humanos
calla por complicidad entre hermanos;
la Comisión Nacional investiga
y atosiga, aunque no prosiga
hasta el final con buen final:
objetivo y convincente;
el Gobierno Federal calla,
quizá esperando que la fruta
madura solita caiga,
pero sin involucrarse
ni comprometerse,
que por lo visto es la consigna:
no comprometer ni comprometerse,
sólo exonerarse unos a otros,
ocultar que todos son culpables
por acción, omisión o permisión.
Sólo a los muertos no los exoneró
la muerte: triste suerte.
¿A quiénes exonerará la historia?
28-01-2012. Aca/Gro.
Adrián García Fierro.
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